El Búho volaba cada noche , solitario recorría distancias magnificas , a veces volaba tan alto que sentía que podía tocar la punta de algunas estrellas con sus alas , se dedicaba a observar con sus enormes ojos todos los detalles de la noche , desde los reflejos blancos de la luna , hasta los reflejos tristemente teñidos de naranja del amanecer .
Cada madrugada antes de salir el sol , el Búho volaba de prisa hasta la rama de un árbol altísimo que estaba justo en medio de su bosque favorito , desde ahí , antes de cerrar los ojos , mirando hacia el Oriente , veía como la luz del sol coloreaba poco a poco cada rincón del horizonte , entonces cerraba sus ojos claros y dormía .
Una madrugada particularmente fría , mientras volaba , el Búho sintió como sus alas se movían un poco mas despacio , el horizonte le parecía demasiado familiar , aburrido , sintió ganas de volar un poco mas lejos , hacia el Sur ; Entonces lo hizo , bastante atrás quedo su árbol favorito, sin darse cuenta volaba ahora sobre el desierto , cada vez hacia mas calor , entonces las alas comenzaron a flaquear , los aleteos eran cada ves mas lentos y mas pesados , trato de buscar un árbol en donde pasar el día , pero estaba en medio del desierto , no tenia idea de cuanto había recorrido , de cuanto tiempo había estado volando , no podía regresar , empezó a amanecer , el Búho volaba cada vez mas bajo , volaba titubeante sobre la fina arena del desierto que comenzaba a brillar ya reflejando los rayos del sol , aleteo con toda la fuerza que le quedaba , entonces una brisa fresca le mojo las plumas dejándolo con un ligero olor a sal , la luz del sol le lastimaba los ojos y apenas podía mantenerlos abiertos , entonces se rindió , no pudo mas , dejo de altear y resignado se dejo caer de lleno , estrellándose directamente en el océano .
El Búho yacía inconsciente en las saladas aguas del mar , revolcado por las olas y con la vida rendida , entonces una mano pequeñita salio de entre las aguas y lo tomo de una de sus alas sacándolo a la superficie en donde el ya moribundo Búho soltó una enorme bocanada de aire , los ojos le ardían por la sal del agua , trato de abrirlos y antes de cerrarlos por el dolor , por entre la pequeña rendija , vio un par de ojos negros hermosos , preciosos , eran como un par de joyas repletas de estrellas , eran como esas noches solitarias en las que volaba por su bosque cuando era joven y feliz , sintió como las manos pequeñas lo depositaron en una piedra a la orilla de la playa entonces se desmayo.
Varios días pasaron en los que el Búho , debatiéndose entre la vida y la muerte encima de la piedra , veía en medio de su agonía las manos pequeñitas que le salvaron la vida , los ojos mágicos y también la voz angelical que cada mañana lo despertaba con un canto maravilloso , era una hermosa Sirena que vivía en las orillas del océano ,cada mañana le cantaba al Búho al oído y cuando dormía le acariciaba las plumas con sus manos pequeñitas , el Búho , a veces dormido a veces no , sentía sus caricias con los ojos cerrados .
Poco a poco empezó a sentirse mejor , ya podía mover sus alas , cada mañana después de despertarlo con su canto , la Sirena pasaba sus dedos por entre su plumaje y luego se alejaba , el Búho entonces comenzo a volar un poco por las noches , volaba cada vez mas lejos y buscaba flores y piedras hermosas y se las llevaba religiosamente a su Sirena , cada mañana se encontraban y la Sirena con su canto y el Búho con sus flores y sus piedras se miraban desde lejos , se miraban por horas y horas , fue entonces cuando comenzaron a amarse.
Una noche el Búho voló mucho mas lejos de lo acostumbrado , corto flores de todos los colores , y encontró piedritas blancas y amarillas que brillaban y deslumbraban con el reflejo de la luna , casi al amanecer voló velozmente hasta la playa para encontrar a su Sirena , pero cuando llego no la encontró , el búho espero sentado encima de una roca por horas , sin dormir , mirando fijamente hacia el océano , con la esperanza de ver por algún lado surgir el cabello negro de la Sirena , la noche llego y luego el otro día , después otra noche y otro día y el tiempo nunca se detiene , y el Búho no se movió , poco a poco el agua se lo fue llevando , primero las flores , luego las piedras , y luego pluma por pluma hasta que desapareció.
A veces a lo lejos , muy adentro del mar se escucha el canto hermoso de la Sirena.
Y en la piedra cuando no la cubre el agua y cuando los rayos del sol la golpean por las mañanas , se puede ver una figura , una especie de Búho que parece esta llorando y con el corazón partido en mil pedazos .