se amontonan en mis ojos ,
mis ojos
esos que poco a poco vuelven a su rojo natural ,
no quiero que llegue la mañana ....
la mañana de las lágrimas ....
como cada mañana ...
pero también le temo a la oscuridad ....
por el lado que se vea estoy completamente
jodido .....
No todo está perdido Ignacio.
ResponderEliminarYo limpiaré tus ojos con pañuelo de seda.
Y no habrá una mañana, ni una tarde, ni una noche que puedan robarles su brillo y su fulgor de piedra humedecida.
Adoro tu poesía que me hace sentir.
Adoro tu presencia.
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